El pasado 10 de septiembre se cerró la 59º edición del Salone del Mobile de Milán, rebautizado como “Supersalone” al ser la primera gran exposición en abrir tras la pandemia y que durante cinco días ha mostrado las últimas tendencias en mobiliario y mucho más.
Para quien no haya oído hablar del Salone del Mobile de Milán; se trata de un espacio donde empresas de diseño italianas e internacionales muestran sus novedades y productos además de servir como plataforma para conocer y ponerse en contacto con creadores y empresarios.
El Supersalone es una de las exhibiciones de mobiliario más emblemáticas del mundo y como Materia estuvimos presentes, sobre todo por las novedades que ofrecieron nuestras marcas preferentes como Modulnova.
Una de las particularidades de este año ha sido el énfasis que se ha puesto en mostrar productos dirigidos para el hogar. Una importancia derivada de la crisis del confinamiento por covid en 2020 y que hace que resurja el concepto de proximidad y lo que significa para todos nosotros. Por lo que el papel del diseño y el mobiliario a la hora de rediseñar la calidad de vida tanto en los espacios privados como en los compartidos se ha vuelto aún más fundamental. El hecho de que la reanudación esté marcada por un acontecimiento en el sector del diseño y el mobiliario es, por tanto, una señal muy significativa.
Además, no faltaron los eventos dentro del evento, el Fuorisalone, incluyendo la Tortona Design Week. Una serie de instalaciones y conceptos de varias empresas que salpicaron la ciudad de Milán, presentando nuevos productos que tienen el sabor de una libertad redescubierta y convirtiéndola en la capital del diseño.
En palabras de María Porro, presidenta del Salone del Mobile Milano: “La fuerza del Salone del Mobile consiste en el trabajo en equipo, en experimentar e, incluso, en correr riesgos, pero sin perder de vista jamás el objetivo final: el bien de nuestras empresas y nuestros expositores. Soy testigo de un Salone que, desde siempre, en cada entrega, fue capaz de autocuestionarse, de tomar nota de las transformaciones de la sociedad, de analizar los retos y aprovechar los oportunidades. De cambiar de punto de vista. Y eso es lo que hicimos eligiendo el camino de un ‘supersalone’»
En una invitación, por tanto, a la observación y la experiencia del mobiliario en un lugar en el que los acolchados, las mesas y las superficies vuelven a ser el centro de atención. Este año más que nunca el concepto de totalidad y la visión global de la habitabilidad, como si desde el hogar, tocando el tema de la habitación, llegáramos directamente al corazón del diseño.
Modulnova y su concepto de los espacios
Uno de los puntos fuertes del Salone fueron los espacios que Modulnova mostró al público a modo de showrooms y que reúne como es habitual una pureza cromática para crear un salón íntimo y personal pero en el que destaca lo poco limitado que está por los ángulos y el mobiliario que lo integra.
Otra pieza interesante es el panel de rejilla que se asemeja al estilo Japandi, que recordemos es la tendencia más rompedora del 2021 y que se adentra en el estilo de Modulnova de tal forma que parece que siempre estuvo ahí. Pura innovación al servicio de la vanguardia.
En cuanto a baños y cocinas, pudimos observar varios de los modelos más demandados de los últimos meses y que se aglutinan en los modelos BLADE, TWENTY, FRAME etc.
La pureza de los materiales como la piedra generaron un gran diálogo en torno a cómo se debe constituir un espacio en el que prime la intimidad sin por ello tener que sacrificar el espacio o la sensación de libertad espacial.
Una cita ineludible
El Supersalone contó con 425 marcas que exhibieron sus productos a alrededor de 60.000 asistentes de 113 países distintos además de 1800 periodistas internacionales acreditados, lo que da una idea de la importancia de este evento que anticipa el futuro de las ferias y las grandes exposiciones.
El signo y punto fuerte de este nuevo formato es claramente el fuerte sentido de cohesión que existe entre todos los participantes, organizadores, empresas, objetos y espacios. Tras romper las fronteras que hacían encajar los stands de los expositores en espacios demasiado limitados o tradicionales.
En el nuevo trazado de este año se establece un diálogo abierto. Tanto es así que el hecho que los productos no se sitúen en un lugar definido -una cocina, un dormitorio o un gran espacio abierto- sino que deja lugar a la interpretación, respondiendo plenamente al sentido de fluidez y multifuncionalidad que en los últimos meses se está exigiendo a los objetos que ya nos rodean en la vida cotidiana.