Hay una palabra danesa para definir un conjunto de valores que puede poseer el diseño de interiores y la relación emocional que podemos establecer con él: Hygge. Es de difícil traducción en una sola palabra, ya que engloba diferentes conceptos y nociones sobre el ambiente de un espacio. A grandes rasgos, Hygge, se refiere a una sensación de bienestar y comodidad que nos acoge al estar en un espacio y que tienen que ver tanto con la distribución, los muebles, los materiales, la iluminación, etc. Indudablemente, si hay un concepto innegociable dentro del Hygge, ese es la confortabilidad, ya sea confort visual, táctil, acústica, climática… Los sentidos intervienen fuertemente en la percepción del Hygge por lo que sólo la sensación de bienestar que proporcionan algunos ambientes o las formas y el tacto de los objetos ya pueden transmitirlo.
El Hygge es algo que puede verse y tocarse, vestirse, olerse, oírse o degustar y aún más, puede hacer referencia a cómo desarrollamos una actividad como por ejemplo cocinar en familia o entre amigos para una cena. Lo acogedor, lo confortable y mullido, el descanso y el estado de felicidad que se desprende de su disfrute, pueden ser la clave del Hygge. “Hygge es lo que convierte tu casa en un hogar” refiere Meik Wiking, CEO del Instituto de Investigación de la felicidad / Hygge y uno de los divulgadores que más ha hecho por la difusión de este concepto.
¿Cómo puede afectar este concepto al Diseño?
El Hygge es algo que siempre es percibido por las personas, pero se esconde en aquellos pequeños detalles que sólo se nos revelan si prestamos una atención especial sobre ellos. ¿Has tomado alguna vez entre tus manos un dispositivo electrónico, un móvil o un portátil, y has sentido un placer especial al tocar sus curvas con la yema de los dedos? Probablemente sea por el Diseño del “squircle” algo así como “cuadricírculo” con el que se diseñan sus formas curvas “imperfectas” especialmente pensadas para transmitir esa sensación placentera al tacto; ahí, simplemente en esas curvas, puede estar el Hygge.
Centrándonos en el mundo del Diseño de Interiores y del mueble, para Meik Wiking un asiento con mullido cojín y un punto de luz cálida en un rincón, pueden escenificar perfectamente el hygge. Es lo que sucede, por ejemplo, con el sofá Autoreverse de Arketipo, diseñado por Giuseppe Viganó. Un sofá formado únicamente por amplios y mullidos cojines sobre una
Centrándonos en el mundo del Diseño de Interiores y del mueble, para Meik Wiking un asiento con mullido cojín y un punto de luz cálida en un rincón, pueden escenificar perfectamente el hygge. Es lo que sucede, por ejemplo, con el sofá Autoreverse de Arketipo, diseñado por Giuseppe Viganó. Un sofá formado únicamente por amplios y mullidos cojines sobre una estructura oculta. Ya sólo ésta original pieza, donde los cojines parecen flotar sobre el suelo, mientras que su extraordinaria profundidad, su look casual y aparentemente desordenado, es una invitación irresistible a saltar y tumbarse sobre él. En este ejemplo, podemos ver claramente que el Hygge no es solo el objeto y los materiales, es también la forma en que entendemos el espacio y los muebles, de cómo convivimos en él y de cómo interpretamos su uso.
Por otro lado, el desorden puede ser una de las fuentes más claras de incomodidad de un espacio, algo que va contra el Hygge. No se trata de llevar el orden a un dogmatismo que nos obsesione, pero tener las cosas en un sitio y no todo a la vista puede hacer que el espacio sea más amplio y aporte serenidad. Los estudios posteriores al confinamiento sobre cómo afectan psicológicamente el desorden y el exceso de ruido visual en el hogar son contundentes. Así que ordena y mantén a la vista sólo aquellos objetos que te proporcionan cierto placer al verlos. Para reducir objetos decorativos, también puedes rotarlos temporalmente.
Mantener las cosas ordenadas es fácil con sistemas modulares de almacenamiento que se adapten a nuestras necesidades. Si además son programas modulares con puertas, cajones y vitrinas iluminadas, éstos nos permitirán almacenar cualquier cosa además de exponer objetos de manera atractiva. Modulnova es una firma que cuenta con un extenso programa para componer y solucionar problemas de almacenamiento y exposición de cualquier tipo y espacio. Algo que nos permite diseñar espacios personalizados, atemporales, serenos y funcionales.
estructura oculta. Ya sólo ésta original pieza, donde los cojines parecen flotar sobre el suelo, mientras que su extraordinaria profundidad, su look casual y aparentemente desordenado, es una invitación irresistible a saltar y tumbarse sobre él. En este ejemplo, podemos ver claramente que el Hygge no es solo el objeto y los materiales, es también la forma en que entendemos el espacio y los muebles, de cómo convivimos en él y de cómo interpretamos su uso.
Por otro lado, el desorden puede ser una de las fuentes más claras de incomodidad de un espacio, algo que va contra el Hygge. No se trata de llevar el orden a un dogmatismo que nos obsesione, pero tener las cosas en un sitio y no todo a la vista puede hacer que el espacio sea más amplio y aporte serenidad. Los estudios posteriores al confinamiento sobre cómo afectan psicológicamente el desorden y el exceso de ruido visual en el hogar son contundentes. Así que ordena y mantén a la vista sólo aquellos objetos que te proporcionan cierto placer al verlos. Para reducir objetos decorativos, también puedes rotarlos temporalmente.
Mantener las cosas ordenadas es fácil con sistemas modulares de almacenamiento que se adapten a nuestras necesidades. Si además son programas modulares con puertas, cajones y vitrinas iluminadas, éstos nos permitirán almacenar cualquier cosa además de exponer objetos de manera atractiva. Modulnova es una firma que cuenta con un extenso programa para componer y solucionar problemas de almacenamiento y exposición de cualquier tipo y espacio. Algo que nos permite diseñar espacios personalizados, atemporales, serenos y funcionales.
Una importante sugerencia para un ambiente con Hygge: iluminación, iluminación, iluminación.
Si Hygge pone en el centro de cualquier diseño a las personas y al ambiente que se debe generar alrededor de ellas, la luz será un elemento fundamental a controlar en un lugar que pretendamos que lo tenga “cuando se trata de Hygge es: iluminación, iluminación, iluminación” Meik Wiking. Pero cuando hablamos de Hygge ya sabemos que no solo se trata de una armonía estética de los espacios, sino también de cómo pueden afectar los espacios a la salúd física y emocional de las personas. Hay interesantes estudios del MIT (Instituto de Tecnología de Massachusetts) y del propio Instituto de Investigación de la felicidad de Dinamarca acerca de la relación clara entre la luz y salud emocional o el descanso, tanto en el ámbito laboral como en el doméstico. Recordemos que en Dinamarca la luz solar puede verse restringida a apenas unos minutos al día en ciertas épocas del año, por lo que se han preocupado de estudiarlo en profundidad.
Aquí el ciclo circadiano juega un papel determinante ya que afecta decisivamente a nuestro reloj biológico produciendo cambios físicos, mentales y conductuales a lo largo de las 24h del día como: liberación de hormonas, hábitos alimentarios y digestión, temperatura corporal, sueño o vigilia, entre otros, que repercuten en nuestro estado emocional.
Simplificando, una luz cálida, y de baja intensidad al atardecer nos anticipa a la caída del sol y nos predispone al descanso, mientras que una luz intensa y azul nos pone alerta para empezar el día. Siempre recomendamos las luces cálidas y que no deslumbren en casa, ya que en el hogar debe crearse un ambiente que invite a la relajación y el descanso. Por otro lado, en la oficina, ya sea en casa o fuera de ella, lo ideal sería que en la mañana hubiera luces más azules o al menos neutras. ¿Cómo podríamos armonizar esta disparidad? lo ideal sería que esa misma fuente de luz cambiase de temperatura de color del mismo modo que lo hace la luz del sol a lo largo del día.
Hoy disponemos de sistemas domotizados de iluminación que pueden armonizar la intensidad de la luz y luminarias como las de Coelux, que son capaces de simular la presencia del cielo, del sol y de la luz solar natural a la perfección, cambiando la temperatura de color de la misma, adaptandose al ciclo circadiano. La simulación es tan real que proporciona gran parte de los beneficios de la luz solar a nivel de bienestar, concentración y confort ocular.
Pequeños detalles
- Tacto: Olvídate de lo áspero y de las aristas vivas y busca superficies agradables al tacto, cómodas y confortables. Ese cojín grande y mullido será tu mejor aliado mientras lees en el sofá o en la cama. Si te duermes mientras lees, no pasa nada, Hygge.
- Luz: Cuanto más conectado con el ciclo de la luz solar, mejor se sincronizará tu ciclo circadiano. Cuando te levantes en la mañana, acércate a una ventana, aunque sea muy temprano y aún no haya levantado el sol porque “la belleza de los ritmos circadianos es que permiten que un organismo se anticipe a la salida y a la puesta del sol en vez de que simplemente reacciones a ellas. No reaccionamos al amanecer, sino que reaccionamos a la previsión de que amanece” Meik Wiking. La luz ambiente dentro de casa debe ser más tenue y cálida en la noche. Evita que esas fuentes de luz estén dentro de tu campo visual directo.
- Plaid y libros: Volver a casa en invierno y encontrarte esperándote esa manta doblada sobre el sofá, o los libros que estás leyendo ahora colocados sobre la mesa, tiene mucho, mucho Hygge. Un buen interiorismo debe proyectar la vida y personalidad de sus habitantes. No restes importancia a esos detalles porque te proporcionarán un placer adicional al estar o regresar al hogar y puede que te ayuden a reducir el estrés y la ansiedad de un día acelerado.“Hygge trata sobre apreciar los pequeños placeres de la vida” Meik Wiking.
- Naturaleza: Un bonito acopio de frutas y verduras sobre una fuente o frutos secos en una bombonera. Flores frescas que debes ir renovando, o secas si no eres de mantener plantas, son detalles que aportan matices interesantes a un espacio, te envían mensajes y te conectan de algún modo con la naturaleza, los alimentos y los colores estacionales. Las plantas también, por supuesto.
- Reducir el ruido ambiental: Una alfombra siempre es un elemento que aporta personalidad a un espacio, pero sin duda el incomparable confort acústico interior que proporcionan es uno de los mejores motivos para usarlas. Puede ayudar a crear un ambiente acogedor y cálido que invite a las personas a sentarse, hablar y compartir historias, disfrutando de la compañía.
- Más cojines: Otros cambios también sencillos, como usar más cojines y cambiarlos según la estación del año ¿por qué no? el clima cambia y su luz y color cambia con él. Al igual que la ropa, los textiles también pueden cambiar de temporada y con ello también cambia tu predisposición a ese cambio.
- No te olvides del Arte: Colocar obras de arte apoyadas sobre estantes te dará más flexibilidad para poder mover y cambiar tu exposición sin necesidad de abrir agujeros. Además, este método tiene un aire más informal y puedes combinar otros objetos con los cuadros en el mismo estante.
Aunque internacionalmente se ha dado a conocer recientemente como una tendencia, Hygge no es una moda pasajera, es un cambio de enfoque de cómo estar en una relación satisfactoria con nuestro entorno más inmediato, prestando atención a los pequeños pero importantes detalles que forman parte de un plan más grande, el de mejorar tu calidad de vida En este sentido, por último y como recomendación general, prescinde de todo aquello que en el fondo sabes que te resulta incómodo o molesto. Recuerda que Hygge es un estado emocional y perceptivo antes que uno simplemente estético.
Aunque internacionalmente se ha dado a conocer recientemente como una tendencia, Hygge no es una moda pasajera, es un cambio de enfoque de cómo estar en una relación satisfactoria con nuestro entorno más inmediato, prestando atención a los pequeños pero importantes detalles que forman parte de un plan más grande, el de mejorar tu calidad de vida En este sentido, por último y como recomendación general, prescinde de todo aquello que en el fondo sabes que te resulta incómodo o molesto. Recuerda que Hygge es un estado emocional y perceptivo antes que uno simplemente estético.